Calculando el numero total de combinaciones posibles que existen en el juego, da como resultado 552.446.474.061.129.000.000.000.000 cartones posibles, de los cuales 4.976.640.000 compartirían los mismos 24 números, pero en diferentes posiciones.
Tomando como número de habitantes del mundo la cifra 6 billones, se puede afirmar que hay 92.074.412.343.521.400 cartones para cada uno. De ser posible imprimir un millón de cartones por segundo, nos tomaría 17.505.972.382.599,7 años imprimir todos los cartones posibles.
Actualmente hay más de 3 millones de jugadores de bingo en salas de todo el mundo.
La mayoría de sus jugadores son mujeres, ya que de la cifra anterior se desprende que dos millones y medio de los jugadores regulares de bingo son mujeres y el 85 por ciento de los jugadores online también son mujeres.
500.000 jugadores de Bingo lo hacen en el bingo online.
30% de todos los jugadores del mundo tienen menos de 35 años. 50 % son menores de 50 años. Esto descarta tajantemente la idea generalizada de que es un juego especialmente popular entre la gente mayor.
96 % de los jugadores de bingo han ganado algún puntaje alguna vez mientras jugaban.
Estudios psicológicos indican que las mujeres disfrutan más del juego y un 15 % de ellas afirma que lo juegan para tener relaciones sociales o pareja.
El gasto promedio de un jugador de bingo online por mes son aproximadamente 234.74 dólares.
Los ambiciosos lo evitan: la primera de las razones para jugar al bingo es la diversión y sólo en quinto lugar figura el hecho de ganar dinero.
El bingo tal como lo conocemos se originó en un juego llamado El Juego del Lotto de Italia, en 1530.
Un fabricante de juguetes de Nueva York, Edwin Lowe, lo patentó bajo el nombre El juego de Bingo de Lowe y con ello salvo a su compañía de la quiebra en plena depresión norteamericana.
Lowe lanzó su juego en 1930 y se estima que apenas 4 años después se jugaban diez mil juegos de bingo por semana en iglesias y centros de recreación alrededor de todo Estados Unidos.
Según el propio Lowe, el juego más grande de la historia se jugó en Nueva York con 60.000 jugadores, quedando 10.000 jugadores fuera por falta de espacio.
Lowe, un entusiasta del juego, permitió a sus competidores usar el nombre patentado de Bingo apenas a cambio de 1 dólar al año.